Sé tu propia luz en la oscuridad (OSHO)
En una noche obscura, un maestro Zen se despidió de uno de sus discípulos. El discípulo estaba algo asustado porque debía recorrer por lo menos 15km de selva y estaba llena de animales salvajes. Se había entretenido con el maestro y se le había pasado el tiempo. La noche era obscura como boca de lobo y era ya casi la media noche.
Al verlo atemorizado, el maestro dijo: "Te daré una lámpara, pues te veo un poco asustado". Le puso en la mano un farolito de papel y lo encendió. El discípulo le agradeció y ya se disponía a salir cuando el maestro le llamó: "¡Espera!" El maestro se acercó y le apagó la lámpara al tiempo que decía: "Un verdadero maestro da coraje, no fomenta la cobardía. Sé tu propia luz en la obscuridad, y recuerda que ninguna otra luz, aparte de la tuya, te servirá de nada. Tendrás que alcanzar tu propia luz y ser la llama de tu propio ser. Anda hacia la obscuridad y sé valiente"
Fragmento de OSHO El Principio del Zen. La vivencia de la más grande paradoja.
Dicen que cuando estás listo, el maestro aparece... pero también pienso que el maestro aparece cuando así lo requieres.
Fui a una charla en donde la temática era: ¿cómo puedes generar valor a los demás? Y nos hicieron recordar a aquel ser que nos marcó con una enseñanza clave.
Aunque te he platicado de mi proceso por el cáncer, debo reconocer que las acciones de mis familiares y amigos no fueron las que esperaba... alentaban al sufrimiento, desesperación y me generaban cierto sentimiento de cobardía.
Pero un día, ya consiente de lo que en mi interior pasaba, llegué a la universidad solicitando la baja de la maestría que iba iniciando, pues consideraba que no sería propio continuar cuando la esperanza escaseaba. Mi asesor de tesis, el Dr. Carlos Pedraza me dijo unas palabras, que no recuerdo del todo bien, pero sería algo similar a:
- " ¿y luego? Te conozco y sé que eso no te va a detener. Adelante. "
Puede que para tí sean palabras poco sensibles y nada empáticas, pero ¿sabes?, de todas a mi alrededor, eran las que mi ser creía... fue un recordatorio a mi fortaleza, yo sabía que era como una gripa y ya, o así lo quise pensar.
Estoy convencida de que si sus palabras no hubieran llegado en el momento adecuado, no hubiese tenido la capacidad de afrontar la realidad que forjaba... de ese momento aprendí, tomé acción y conciencia: somos capaces de romper paradigmas y superar enfermedades, estamos listos para ir más allá de nuestras propias expectativas y limitantes auto-generadas.
Recuerda que tú, y solo tú, construyes tu destino.
¿CÓMO PUEDES GENERAR VALOR A LOS DEMÁS?
Siendo la luz en la obscuridad de alguien más...
P.D. Dr. Carlos Pedraza, gracias por ser mi maestro.
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